30 de junio de 2008

Eurocopa 2008

España acaba de ganar la Eurocopa 2008 ante una Alemania agónica y sin garra, después de celebrar una competición intachable dentro y fuera del campo, por deportividad y buen juego, enhorabuena chicos.
La verdad es que a mi nunca me ha interesado el fútbol, pero reconozco que es un fenómeno social interesante. Oigo desde mi ventana la incesante algarabía de la gente celebrando el triunfo de la selección y me fascina. Yo por mi parte no soy del todo capaz de conectar con ese sentimiento, que entremezcla patriotismo y locura deportiva a partes iguales, es innegable que he disfrutado con el éxito de la selección, pero no me recorre la euforia extrema que parece inundarlo todo a mi alrededor. El fútbol nos une, nos separa, nos divierte, nos enfada y parece que es lo único que realmente apasiona a los jóvenes y no tan jóvenes en esta sociedad alienada en la que vivimos. Los futbolistas son nuestros nuevos gladiadores, nuestros super-héroes de carne y hueso, nuestro modelo a seguir y nuestra vara de medir. Esto no es malo del todo, por un momento no hay crisis, ni problemas y el mundo es un lugar mejor, desgraciadamente es ilusorio y me temo que generalmente las pasiones deportivas acaban en desgracias demasiadas veces.
Definitivamente el fútbol a sustituido a la religión como el nuevo opio del pueblo, para bien, esperemos...


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