30 de junio de 2008

Eurocopa 2008

España acaba de ganar la Eurocopa 2008 ante una Alemania agónica y sin garra, después de celebrar una competición intachable dentro y fuera del campo, por deportividad y buen juego, enhorabuena chicos.
La verdad es que a mi nunca me ha interesado el fútbol, pero reconozco que es un fenómeno social interesante. Oigo desde mi ventana la incesante algarabía de la gente celebrando el triunfo de la selección y me fascina. Yo por mi parte no soy del todo capaz de conectar con ese sentimiento, que entremezcla patriotismo y locura deportiva a partes iguales, es innegable que he disfrutado con el éxito de la selección, pero no me recorre la euforia extrema que parece inundarlo todo a mi alrededor. El fútbol nos une, nos separa, nos divierte, nos enfada y parece que es lo único que realmente apasiona a los jóvenes y no tan jóvenes en esta sociedad alienada en la que vivimos. Los futbolistas son nuestros nuevos gladiadores, nuestros super-héroes de carne y hueso, nuestro modelo a seguir y nuestra vara de medir. Esto no es malo del todo, por un momento no hay crisis, ni problemas y el mundo es un lugar mejor, desgraciadamente es ilusorio y me temo que generalmente las pasiones deportivas acaban en desgracias demasiadas veces.
Definitivamente el fútbol a sustituido a la religión como el nuevo opio del pueblo, para bien, esperemos...


17 de junio de 2008

Tetris

Por fin lo he entendido, soy una pieza redonda en un tetris.
Me he pasado toda la vida dando vueltas intentando buscar el lugar más adecuado para aterrizar, pero da igual donde me colocase, simplemente no encajaba y encima dejaba huecos a mi alrededor. Veo a las demás piezas caer y no parece tan difícil, no todas encajan perfectamente, pero al menos no desentonan tanto como yo.
Pero tengo un plan: apretaré los brazos muy fuerte contra el cuerpo y agacharé la cabeza, quizá de esta manera pase por un cuadrado y al fin encuentre mi lugar, con apreturas y seguramente sea duro hasta que me acostumbre, pero al fin, encajaré...

2 de junio de 2008

Los Crímenes de Oxford


Bajo este título propio de una historia de Agatha Christie, se esconde la última producción de Alex de la Iglesia, basada en la novela homónima del argentino Guillermo Martinez.
Enigmas matemáticos, tramas policíacas, actores interesantes y uno de mis directores preferidos, todo parecía confluir para que el film en cuestión se convirtiera de inmediato en uno de mis favoritos de este año. Desgraciadamente no es Pi todo lo que reluce (de manera irracional). Pero no nos adelantemos y vayamos por partes...

Sinopsis

La cinta trata de un joven estudiante americano que se traslada a Oxford con intención de que el prestigioso profesor Arthur Seldom dirija su tesis doctoral, esto se ve interrumpido cuando en la vetusta universidad se empiezan a cometer unos crímenes en extrañas circunstancias.

Crítica

Aunque la película prometía misterio, aventura y enigmas matemáticos, lo cierto es que sólo consigue procurar aburrimiento, sopor y algún bostezo en forna de ecuación facilona de sola una incognita; a saber: ¿Dónde demonios se han ido a parar el ingenio y la frescura de Alex de la Iglesia?.


Al igual que en las buenas tramas policiacas, en esta película es verdaderamente dificil identificar quien es el culpable del crimen y no me refiero al argumento, si no, al responsable de "cargarse" el film y convertir una idea prometedora en un petardo dificil de visionar. Sin embargo, yo como buen detective tengo una lista de sospechosos habituales, que sin ninguna duda estan implicados en el crimen.

El primero de ellos es el guión, que firmado por el propio Alex y Jorge Guerricaechevarría, uno de sus habituales colaboradores, es un auténtico desatino. Pretencioso, lineal y lleno de referencias matemáticas típicas y facilonas, no llega a ningún lado, no transmite ninguna emoción y lo que es peor, no entretiene. No he tenído la oportunidad de leer el libro en el que está basado (escrito por el ya mencionado Guillermo Martinez, el cual está doctorado en matemáticas), pero da la impresión que lo han "dulcificado" para hacerlo inteligible para el público menos entendido, subestimandolo y aburriendo a los más "matemáticos" con un montón de tópicos amalgamados con muy mala fortuna, enmascarando el plot principal, soso y falto de fuerza por si mismo.

El segundo de mi lista de sospechosos es el elenco actoral. No voy a echarles nada en cara, dado que con unos personajes tan planos y carentes de interés como los que se dibujan en el guión era dificil sacar algo bueno de ahí. Cabe destacar a un John Hurt, interpretando al profesor Seldom, el cuál demuestra que es capaz de hacer bien su trabajo incluso durmiendo (como sospecho que a hecho aqui...).

A Elijah Wood en el papel protagonista, con una interpretación nada destacable y a la bellísima Leonor Watling, en un papel que si no se hubiera incluido en el film no habría cambiado nada en la película, pues parece autenticamente de relleno.

El trio protagonista, en una secuencia crucial, preguntandose: ¿Carne ó pescado?

En el apartado técnico no hay nada digno de mención, quizá un montaje un poco torpe y "atropellado" en la parte negativa y en la positiva un bonito plano-secuencia un poco a lo Brian de Palma bastante conseguido.

Resumiendo, para mí un fiasco y una desilusión. Espero que Alex de la Iglesia se ponga las pilas para la próxima y me vuelva a deslumbrar con su maravilloso estilo, que tanto me ha hecho disfrutar en el pasado.