28 de marzo de 2009

Shinjuku Girl

Todavía puedo oler tu cuerpo cerca del mio. Han pasado los días y los kilómetros y aún así todavía siento tu piel cerca de la mía. No puedo explicar porqué, pero nunca estaré tan cerca de ti como ahora, a 13000 kilómetros de donde quiera que estés.
Jamás estaremos tan lejos como cuando nos besamos y te susurré al oído.
Déjame que te hable aunque no me oigas.
Déjame disculparme aunque no sepas por qué.
Déjame explicarte lo que ni yo entiendo.
Dejame mirarte otra vez a esos ojos que con sólo imaginármelos me hacen llorar.
Te devolvería lo que me diste, pero no se que es, te juro que lo intento pero no soy capaz de saber que es.
Y yo se que no te importo y tu sabes que no me importas, pero en tus ojos vi tantas cosas que amo que me resultan imposibles de olvidar...
Si nunca me hubieras sonreído, te he visto tantas de veces sin ropa en mis sueños y sin embargo sólo cuando sonríes te veo desnuda. Porque no escondes nada y lo ocultas todo, porque me haces sentir todo lo que quiero sentir y no sientes nada, duele tanto...
Mañana cuando despierte ya no recordaré tu cara y entonces seguro que ya no te podré olvidar.
Estoy en deuda contigo porque todavía puedo oler tu cuerpo cerca del mio y siempre estarás cerca de mi, aunque no te vuelva a besar...

2 comentarios:

Hector Mancha dijo...

uau brutal¡¡¡ que bien escribes maricon¡¡¡¡ me recuerda al libro "seda" de Alessandro Baricco leetelo¡¡¡

Fito dijo...

Gracias por la recomendación amigo. "Seda"... suena bien, me lo apunto.